Estamos alucinados, sin palabras... Una idea repentina y la encantadora ayuda de Emilio (nos prestó su
Dodge Dart 3700) y Paola (detrás de la cámara) han tenido como resultado estas fantásticas fotos. Una tarde que difícilmente olvidaremos, haciendo el macarra y disfrutando como enanos... ¡FELICES!